Hace unos días nos llegó un encargo de esos que en principio no sabes por dónde coger pero que una vez que te metes en harina sólo te da alegrías.
El trabajo en cuestión era customizar el interior de una vieja maleta para que su dueño la llevara a la Feria del Libro Infantil de Bolonia.
Nos propuso una idea muy original que consistía en presentar sus trabajos en un maletín aparentemente antiguo pero que en su interior albergase un soporte de última generación. La única premisa era que dentro, además del iPad con el que mostraría sus ilustraciones, pudiese portar sus tarjetas y folletos, en definitiva: ¡vía libre creativa!
La maleta tal y como nos llegó
Estado inicial del interior
Como el objeto que iba a contener era muy delicado, confeccionamos una buena base de gomaespuma para que quedase protegido.
Vista inferior de la base de gomaespuma
A esta base le superpusimos una plancha del mismo material con un hueco en el centro que enmarcase la pantalla. La forramos con una loneta con motivos de mapas que nos pareció de lo más adecuado para una maleta viajera. Para pegar la tela utilizamos un pegamento de contacto que solemos usar para tapizar.
Plancha superior preparada con pegamento para adherir la tela
Vista de la plancha por el reverso durante la adhesión de la tela
Para la parte de la tapa donde irían las tarjetas y folletos realizamos una especie de carpeta a medida a partir de un cartón gris que forramos con loneta en color crudo.
Adhesión de la tela al cartón
Para pegar la tela al cartón usamos cola blanca ligeramente diluida en agua y para evitar que quedasen zonas con burbujas nos ayudamos de la plancha; aportando un poco de calor la adhesión se consigue mucho mejor.
Forrado del bolsillo
Reverso del bolsillo durante la forración
Bolsillo por el anverso
Además del bolsillo para los folletos de mayor tamaño, el sistema de sujeción para los papeles lo hicimos a través de unas gomas planas que insertamos a través del cartón y pegamos por el reverso con cola blanca.
Vista de la carpeta por el reverso
Vista de la carpeta por el anverso
Por último, colocamos una cinta de algodón uniendo las dos partes de la maleta a modo de tope para que la tapa no se venciera hacia atrás.
Estado final del interior
Este es el aspecto de la maleta después de haber pasado por nuestras manos; si después de esta feria surge otro acontecimiento al que viajar, se podría volver a transformar ya que toda nuestra intervención es reversible.
Interior de la maleta con el iPad y los folleto
Creemos que el resultado estuvo a la altura de los trabajos que viajarían en este maletín, pero para que juzguéis vosotros mismos aquí os dejamos un enlace a la página de Miguel Prieto, echad un ojo y veréis qué talento!!
A nosotras nos pareció una idea tan original que la hemos adaptado para nuestros propios trabajos.
Nuestra versión de la maleta porta iPad