¿Os habéis fijado en la cantidad de muebles que se ven abandonados por la calle porque ya nadie los quiere? A veces el motivo es que se han estropeado demasiado. Otras, porque ya no nos gustan e incluso, en un afán por redecorar nuestra vida, no sabemos qué hacer con ellos ni para qué usarlos.
Nosotras preferimos reciclarlos. Es el caso de esta pequeña estructura con cajón que cayó en nuestras manos hace unos días, que además de no ser de gran calidad, estaba bastante estropeada.
Aparte de las reparaciones, en seguida nos dimos cuenta que para hacerla lucir debidamente debíamos someterla a una pequeña transformación. La parte que menos nos gustaba eran los laterales y base abiertos, por lo que rápidamente decidimos cerrarlos con unos tableros de contrachapado cortados a medida.
El otro punto a resolver era el tamaño del mueble, demasiado bajito para ser independiente, así que para convertir esta simple estructura en un mueble hecho y derecho, le dotamos de cuatro patas que sirviesen para elevarlo, convirtiéndolo así en mesita auxiliar. Finalmente, pintamos algunas partes en azul claro para dar a nuestro mueble reciclado un toque más fresco.
El toque final se lo dimos con el empapelado interior del cajón, un estampado a rayas que combinase con la pintura azul y diese cierto toque de alegría al conjunto.
De esta manera vemos como con unos sencillos pasos podemos reciclar una vieja e insulsa estructura, transformándola en un mueble al que dirigir unas cuantas miradas. Y por supuesto que también nos lo agradecerá el bolsillo!