Este trabajo que os mostramos hoy es, en realidad, una colaboración especial que hemos llevado a cabo con nuestra compañera Fernanda Staude. La inspiración nos vino a raíz del nombre del taller que compartimos: Klouví, que significa jaula en griego. Así que nosotras la bautizamos como «silla Klouví». Os explicamos brevemente en qué ha consistido la transformación.
En primer lugar, retiramos la antigua tapicería que cubría la silla para tratar la madera de forma más cómoda.
Para dar un nuevo aire a la silla decidimos cambiarle el color, así que empezamos por dar una capa de imprimación blanca y sobre ésta otra capa de chalk paint color azul-grisáceo («Duck egg blue», para ser más exactos). Una vez que la pintura se había secado, lijamos alguna zonas del mueble para darle un ligero aspecto envejecido. Como acabado, aplicamos una capa de cera pulida.
En cuanto a la tapicería, en el interior conservamos el sistema original de muelles. Lo hicimos tal y como os hemos enseñado en otros post. Para el exterior utilizamos unas lonetas en crudo sobre las que Fernanda Staude estampó dos de sus grabados: un pajarito para el respaldo y una jaula (eso sí, abierta) para el asiento. El remate de la tapicería lo realizamos con un doble cordón en gris.
El resultado es un silla totalmente renovada y única!
En ocasiones, simplemente utilizando un mismo tono de pintura podemos homogeneizar de forma rápida y sencilla varios muebles diferentes que estén destinados a convivir en un mismo espacio.