Os habréis fijado que últimamente se ha puesto muy de moda aprovechar los palés y las cajas de fruta para hacer todo tipo de muebles. Pues bien, en eso nos hemos inspirado para el trabajo que hoy os mostramos: una mesita auxiliar que nos recuerda a las cajas de fruta.
Para construir nuestro mueble elegimos combinar madera de pino y de samba, que lo harían más sólido que una caja de fruta en sí, y son maderas bastante económicas. Una vez que teníamos el diseño en mente y en el papel, el primer paso fue marcar y cortar unos listones de madera de pino según la cantidad de tablitas que habíamos calculado que nos harían falta.
Aquí podéis ver ya todos los listones cortados y listos para el ensamblaje:
Para construir la estructura del mueble, comenzamos haciendo una especie de marco con cuatro de esas tablitas, que formaría la base de nuestra caja de fruta, uniendo las maderas con cola y clavos.
A este marco clavamos otras cuatro tablas para hacer lo que sería el fondo de la caja:
Después colocamos unos travesaños de madera de samba que servirían para unir las demás filas de tablas que nos darían la profundidad de nuestra caja de fruta, del siguiente modo:
A esos travesaños de samba, colocados cerca de las esquinas y por el interior de la caja, fuimos fijando las siguientes filas de tablas hasta tener la estructura completa.
Así ya teníamos construida nuestra propia caja de fruta, pero bastante más sólida. En esta foto se aprecian esos travesaños que unen las filas de tablas (vemos la caja colocada «de pie», que sería su posición para hacer el mueblecito):
A continuación colocamos unas patas cabriolé en la parte delantera, para darle un toque algo especial a nuestra mesilla, en contraste con el aspecto rústico general.
Por último, aplicamos una mano muy fina de pintura amarilla, que dejase ver la veta de la madera, además de un pequeño adorno en la parte baja. ¿Qué os parece el resultado?