Estamos muy contentas con la restauración de estos armarios que hoy os mostramos, ya que fue a petición expresa de una amiga que los quería a juego con la mesita de rayas que se había llevado hacía poco, y creemos que la transformación es espectacular.
Después de limpiarlos bien y arreglar algún pequeño desperfecto, el siguiente paso fue aplicar una buena capa de imprimación para que agarrase bien la pintura, ya que el tipo de barniz que llevaban era muy difícil de eliminar y demasiado trabajoso.
También en este caso reservaríamos algunas de las rayas en madera vista, para que quedase totalmente a conjunto con la mesilla de noche.
Después venía la parte laboriosa de este trabajo: pintar, pintar y pintar. Fue laborioso sobre todo porque para dar ese aspecto casi de vinilo, hay que aplicar al menos dos o tres capas por color (y en algunos casos, hasta cuatro), y si multiplicamos número de capas por número de rayas… 😉 También había que hacerlo con mucho cuidado para que éstas quedasen perfectas, y procurar que no se levantase la cinta se carrocero con tanta capa de pintura, etc. etc. En fin, trabajar con infinita paciencia!
Pero el esfuerzo mereció la pena porque después de pintar, dar un barniz al agua y cambiar los tiradores… ¡así es como quedaron estos anticuados armarios! Mucho más alegres ahora, ¿verdad? A nosotras nos encantan, y esperamos que a vosotros también 🙂
¡Muy interesante la pagina!